Claudio Pueller
 

Teatro y discapacidad:
"Del asombro a lo inefable, de lo inefable a la poesía"

Conferencia presentada en el V Congreso y Festival de Teatro y Danza, organizado por Asociación Nacional de Alternativas Dramáticas y Expresivas ANADE en Almagro, España.
Mayo de 2000.

Vengo desde Chile, el país más austral del continente americano. En este lugar los niños y jóvenes continúan soñando con su raza-madre, que les enseña a través de los mitos, ritos y leyendas la antigua pureza de la tierra; y les recuerda que el hombre es un arroyo que baja de una montaña sagrada hacia un río encantado.[1]

En esta intervención haré una breve descripción del trabajo que hemos realizado durante estos últimos años con los niños y adolescentes que forman parte de los Talleres de Teatro del Instituto de Rehabilitación Infantil de la ciudad de Santiago de Chile.

En esta exposición conoceremos los conceptos que hemos investigado para activar las mentes y almas de los alumnos discapacitados y hacer posible que expresen sus ocultos sentimientos.

Nuestra experiencia comenzó en 1997 cuando Andrea, una de las alumnas del taller que sufre de atrofia espinal progresiva, tuvo un hermosos sueño. Soñó que era una oruga de piel rosada que poco a poco se fue transformando en mariposa de alas de colores. Desde ese momento, Andrea nos reiteró a los profesores del taller su deseo de volar. Tal vez como Icaro, el personaje mitológico, quería volar mas allá del sol, alejándose del dolor que le producía su enfermedad.

Después de interiorizarnos en los diagnósticos de los alumnos que sufren: atrofia espinal, parálisis cerebral, osteogénesis imperfecta, mielomeningocele, hipoacucia y en general variados daños cerebrales en distintas magnitudes, nos propusimos expresar aquellos pensamientos que estos noveles artistas llevan escondidos en algún rincón de sus cabezas.

Nos introducimos así, a través de ejercicios teatrales, en el Cosmos Interior de los alumnos, el cual se nos reveló mucho más grande que el universo que nos rodea, porque encontramos un material precioso que nos ha permitido realizar lo "imposible". Este es el mismo Cosmos de donde artistas y científicos han tomado la materia prima para realizar obras, inventos y descubrimientos que han hecho posible los avances para la humanidad.

Manteniendo el rumbo de este objetivo conocimos, investigamos y, posteriormente, desarrollamos un proceso de búsqueda dentro del mundo de los "discapacitados", donde pretendimos que los alumnos tomaran conciencia de sus propias características, para lo cual les pedimos que se representasen a través de diversos elementos como: papel, cartón, plásticos y desechos. Los resultados finales fueron pequeñas esculturas de niños y adolescentes discapacitados.

Cuando describieron sus trabajos, conocimos las primeras imágenes que les impedían ser felices. Hablaron del fantasma del dolor, descrito como un monstruo que les envolvía las piernas, los brazos, la espalda, según la enfermedad de cada uno, no dejándolos dormir, ni jugar, ni pensar. A partir de estas descripciones, materializaron el cuerpo de los fantasmas, apareciendo ante nuestros ojos estremecedoras, pero al mismo tiempo, magníficas criaturas que nos hacían recordar a seres mitológicos de la literatura fantástica.

Con estos ejercicios plásticos escenificamos el primer trabajo, donde Caballos Alados luchaban contra los Fantasmas del dolor. Así aparecieron ideas existenciales acerca de sus vidas:

Aquí doy a conocer algunos textos que escribieron los propios alumnos.

"Las operaciones de estos últimos años, han sido para mí como verdaderos viajes, sólo comparables a los de un héroe mitológico. Las armas que he tenido para defenderme ante el temor, han sido mi imaginación y el amor que les tengo a mis padres. Esta experiencia me ha permitido valorar lo que tengo y lo que no tengo. En aquellos momentos de flaqueza mi cabeza se inunda de pequeñas y grandes dudas:

¿A quien le puedo preguntar qué vine a hacer a este mundo?
¿Por qué me muevo sin querer,
y por qué no puedo estar inmóvil?
¿Por qué voy rodando sin ruedas,
y volando sin alas ni plumas?
¿Y por qué el sol es tan simpático
en el jardín del hospital?"[2]

A los caballos alados y al fantasma del dolor le llamamos Metáfora, que se refiere a la manifestación en forma poética y escénica de las alegrías y dolores de los alumnos.

Cuando fuimos profundizando en esta definición de "Metáfora", fuimos también entendiendo que este era un punto de conexión, entre los alumnos discapacitados y los profesores del taller. Así, nos comunicábamos en un sólo lenguaje, que se transformaba en un "plano intermedio", que conectaba a dos maneras de mirar el mundo. Este tenía la virtud de igualar nuestras condiciones humanas, rompiendo aquella diferencia entre "normales" y "discapacitados". En el mundo de las "Metáforas" yo, como profesor del taller, tenía tantas "discapacidades" como las que tienen ellos o dicho de otra manera, los alumnos en este "plano intermedio" no tenían límites físicos, porque en este lugar todos eramos diferentes.

Así nacieron diversas imágenes que rompían con las leyes físicas como la gravedad, la inercia y el peso, las cuales se transformaron en personajes de aire, agua, fuego o tierra que iban más allá de las dimensiones de tiempo y espacio.

En este trabajo hemos reivindicando la capacidad de soñar y fantasear a partir de las Metáforas, porque éstas tienen el don maravilloso de conocer la magia que nos permiten pasar de la realidad a dimensiones desconocidas para nuestros sentidos; donde se descorren las cortinas para revelarnos apasionantes mundos de colores y poderes, aquí se usa la ilógica en lugar de la lógica, la ilusión en lugar de la percepción, la visión en lugar de la vista.

El proceso vivido hasta el momento, nos ha permitido entender que existen puntos donde se puede escapar de la realidad gracias al Asombro, para ser todos diferentes, liberando las limitaciones humanas creciendo como personas.

Para describir con claridad el concepto de Asombro relataré un rito de los indios Kodis del norte de Colombia.

"Un niño de cuatro años es alejado de su familia y llevado a las alturas de Sierra Nevada, donde será preparado para el sacerdocio. Los siguientes dieciocho años no verá la luz del sol, recluido en cabañas de piedra por dos períodos de nueve años, en clara concordancia con los nueve meses que pasó en el seno de su madre natural. Una vez en el seno de la madre divina, las nieblas y sombras en que vivirá le darán el don del asombro, la vivencia, la capacidad de ver no sólo el futuro y el pasado, sino también más allá de las ilusiones materiales del Universo.

Al final, después de años de estudio y práctica rigurosa, junto al más anciano de la aldea, llega al gran momento de la revelación: una mañana clara, cuando el sol domina las laderas de las montañas, el iniciado es llevado hacia la luz del amanecer.

Hasta ese momento el mundo sólo ha existido en su pensamiento; ahora lo contempla con asombro por primera vez en plenitud, lo que es la belleza trascendente de la tierra. En un instante confirma todo cuanto ha aprendido".[3]

Este ejemplo que habla de la trascendencia que puede tener la capacidad de asombro en un ser humano, confirmando la idea que la realidad más compleja y más esencial no se comprende con el pensamiento racional e intelectual. La esencia de las cosas se abre exclusivamente ante el asombro que produce el descubrimiento de lo maravilloso, así lo hemos demostrado en cada sesión de trabajo, donde tratamos de vivir una aventura inolvidable.

Ya Platón nos decía que "la filosofía se inicia con la admiración"; punto de partida para mirar el mundo y comenzar a crear.

Heschel en su libro "El Hombre no está Solo" nos dice que: "...el asombro es la única brújula que puede dirigirnos hacia el polo del significado". Y continúa, "... la percepción del hombre común le revela en los hechos de su vida cotidiana un mínimo de significación, en cambio para el artista, la realidad está desbordante de significado". Según este autor el encuentro con la realidad puede acontecer a través de dos caminos: el camino de la utilidad y el de la maravilla".[5]

Con la utilidad se busca por ejemplo, a través de tratamientos de integración terapéutica, que los discapacitados caminen, se laven los dientes, coman o articulen palabras, pero con la maravilla se puede ir más allá de la metafísica.

Valentina, que sufre de daño cerebral, hipoacucia y dificultad de expresión verbal y visual, un día en el patio del Instituto de Rehabilitación encontró un capullo de oruga. Sorprendida me lo muestra. Yo le dije que era un secreto que le envió "la señora naturaleza". A Valentina le brillaron los ojos de emoción. Cuando entramos a la sala de clases le pedí que representara el nacimiento de la mariposa que saldría del capullo que llevaba en su mano.

Posteriormente, junto con el resto de los alumnos del taller, asistimos a un hermoso acto de expresión y teatralidad. Valentina la niña que a penas camina, la que no mira a los ojos, la que no tiene expresión verbal, movía las manos y contorneaba el cuerpo, realizando un largo rito de nacimiento, que finalmente culminó colocándose de pié frente a nosotros. Valentina era otra, había cambiado su presencia escénica, su altura, su mirada y su energía. El nivel de comunicación que provocó en el grupo fue impresionante, después de un largo silencio, sus compañeros reconocieron su trabajo con un aplauso.

Gracias al asombro que provocó en la alumna el capullo de mariposa, fue posible comprender algo importante con su propia experiencia.

Si tomamos el camino de la utilidad, como dice Heschel, la opción sería acumular datos e información sobre las mariposas, actividad que sólo nos permitiría conocer superficialmente nuestro mundo externo. En cambio, como le aconteció a Valentina, si tomamos el camino de la maravilla y el asombro es posible crear una comunión con la naturaleza asimilándola y descubriendo significados, lo cual nos pone en armonía con el resto del mundo.

Se dice que el lenguaje de la utilidad es poder, en cambio el lenguaje de la asombro es poesía.

En relación al tema, cito el libro "Magia en las Américas" donde Joaquín Grau, un antropólogo norteamericano relata la aventura que vivió al internarse en la selva de Quito, estudiando la cultura de los indios Aucas.

"A la mañana siguiente vimos a Gincawa, el niño que nos guiaba, avanzar por la selva, hecho selva. Con los cinco sentidos en perfecta armonía con el entorno y con el asombro a "flor de piel" para que le permitiese estar atento a todo. Chillando como un mono, para cazar un mono. Cumpliendo los ritos básicos de la antigua magia analógica.

En cambio yo, avanzaba por la selva como perdido en un laberinto. La orden de Gincawa fue no tocar los árboles, porque ahí estaba la hormiga "mañí" y otros muchos peligros mortales. Así que yo, hecho ojos, sólo ojos, caminé pendiente de las raíces que se ocultan bajo densas capas de humus y barro, pendiente de no tropezar ni resbalar. Y, lógicamente, no escuchaba, ni gustaba, ni olía, ni sentía, sólo miraba. Era incapaz de atender a mis cinco sentidos al mismo tiempo. Yo no era selva. Era un "voyeur" accidental, porque la civilización me había especializado en mirar, en recorrer las líneas de un libro, en contemplar las pantallas del cine y de la televisión, en detectar los colores del semáforo... En la selva yo era un discapacitado de los sentidos, pero afortunadamente guiado por un niño Auca que era mi lazarillo."[4]

Los seres humanos necesitamos áreas de confianza para expresarnos y ejercer con libertad y espontaneidad nuestras potencialidades creadoras. Los "Ritos de Paso" de las culturas latinoamericanas, entendidos como Actos realizados por indígenas para rendir tributo al origen del mundo, valorando en forma trascendente el devenir de la vida, ayudan a desarrollar estas potencialidades porque ofrecen herramientas interesantes a investigar desde el punto de vista pedagógico, ya que en ello existe un fuerte componente lúdico, de comunicación perceptual y asombro muy útil para el trabajo con discapacitados.

Aquí va un ejemplo de un ejercicio de motivación que describe el rito de despedida de un padre a un hijo.

... Antes de partir, quiero entregarte algunas cosas.
El padre tomó una bolsa y sacó de ahí algunos objetos. Y dijo:
Toma este caracol, es para que nunca olvides el sonido del mar.
Además quiero que te lleves esta jaula vacía. Así recordarás el valor de la libertad.
Y lo más importante, recibe esta pequeña botella.
¿Que contiene? - dijo el hijo. ¿La puedo abrir?
No, es para que no olvides el sentido del misterio.[6]

A través del asombro se vence la soledad y nos colocamos en sintonía con el entorno.

El espíritu práctico que nos impone nuestro sistema actual de vida, nos separa entre seres humanos útiles e inútiles porque está más preocupado del contenido y los significados. El asombro nos acerca al sentido de lo inefable, a aquello que no se puede expresar con palabras, donde las cosas resaltan como signos de admiración, como testigos silenciosos, por eso en muchos de los ejercicios que realizamos en nuestros talleres, su fundación está en los ritos o en elementos trascendentes de éstos.

Cada vez que iniciamos un proceso de montaje, ejecutamos la siguiente actividad que hace referencia a un rito de la creación del mundo según la cultura mapuche.

Hace muchísimo tiempo, dicen,
no había nada,
agua tampoco había,
ni plantas, ni árboles, dicen.
Todo era nada.

Entonces, dicen, que de alguna parte del vacío
hubo una explosión,
y todo se llenó de agua y de tierra.

Más tarde se hizo el cielo, los cerros
y la selva, también los astros.
Al más grande y poderoso,
(el que da el calor), se le llamó "Sol"
y a la más dulce y luminosa "Luna".

A su alrededor se prendieron como botones
lucesitas brillantes.
Ellos son los que se ven
en la noche y llamamos "Estrellas".
Entre el cielo y la tierra, dicen,
aparecieron muchos seres
que dieron vida al planeta:
los animales, las aves y los peces.

Y dicen, que el hombre y la mujer,
cuando aún no habían sido creados, dicen,
soñaron que en el sueño del "creador de todo",
apareció un gran huevo,
ellos cantaron y bailaron, dicen,
y también que armaron mucho alboroto,
porque estaban locos de ganas por nacer.

Soñaron, dicen, que en el sueño del "creador de todo",
la alegría fue más fuerte que la duda y el misterio,
por eso mientras en su sueño los creaba decía:

"Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre.
Y juntos vivirán y morirán.
Pero nacerán nuevamente. Nacerán y nunca dejarán de nacer, porque la muerte es mentira."[7]

Para participar en este rito, cada alumno debió traer una ofrenda y un secreto que lo conectara con su pasado, presente y futuro. Este fue un viaje hacia el interior que dio pie para crear una puesta en escena, que comprendió el relato del origen de las cosas: Como se creó el día - Como se creó la vía láctea - Como se creó el fuego - Como se creó el lenguaje, etc.

Lo inefable se encuentra en los acontecimientos extraordinarios y en los ordinarios, en los sucesos grandiosos de la realidad y en los minúsculos. Hay quienes sienten lo inefable a intervalos separados; otros, los tocados por el don de la sensibilidad, sienten lo inefable en los acontecimientos habituales, en cada matiz en cada rincón, día tras día, hora tras hora. Es el caso de los jóvenes y niños discapacitados que están en continuo contacto con los límites de la vida, ante sus ojos, las cosas no son nunca triviales; para ellos la existencia nunca acompaña al no sentido. Ellos llegan a oir la quietud que llena el mundo pese al ruido que hacemos, pese a nuestra codicia. Las cosas más exiguas y simples, un trozo de papel, un pedazo de pan, una palabra, un suspiro.

- Si eres un gran pianista y te cortan las
manos, ¿qué haces?
- Me convierto en bailarín.
- ¿Y si te cortan las piernas?
- Me dedico a cantar ópera.
- ¿Y si te arrancan la lengua?
- Tomo entre los dientes un pincel y dibujo.
-¿Y si te matan?
- Con mi piel hacen un tambor; con mis huesos,
flautas y con mis tripas, cuerdas de violín. [8]

Santiago de Chile, 11 de mayo del 2000.

__________

Notas

[1]

Encantar: Viene de encantamiento, encandilación, sobrenatural, ejercitar sobre algún ser artes de magia, quedando inmóvil. En los cuentos de Hadas un duende maléfico encanta al héroe.
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[2]

Estractos del montaje "Mi cabeza se llena de sueños y de preguntas" realizados por el Taller de Teatro "La Banda de los niños felices" del Instituto de Rehabilitación Infantil de la ciudad de Santiago de Chile.
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[3]

Wade Davis, National Geographic. Agosto de 1999.
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[4]

Magia en las Américas" de Joaquín Grau.
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[5]

Heschel en su libro "El Hombre no está Solo"
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[6]

Basado en un relato oral de Eduardo Galeano.
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[7]

Este rito ha tomado como referencia dos orígenes:
a. Narración de indígena que trabajaba en la construcción de la línea de ferrocarril de Pitrufquén a Loncoche. Tomado del libro "Cuentos populares araucanos y chilenos, recogidos de la tradición oral" escrito por Sperata R. de Sauniere.
b. Memorias del Fuego (I). Los Nacimientos de Eduardo Galeano. Watunna. Mitología makiritare, recogida por Marc de Civrieux.
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[8]

El artista, Sombras del mediodía de Alejandro Jodorowsky.
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Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006