Dramaturgo / Manuela Infante Guell  

 

 


Rey planta

de Manuela Infante Guell

Día

Oigan ahora lo que pensó y no dijo.

1.
... Que entren las señoras a mi presencia de nada, que entren los niños a ver el espectáculo de cera, dejen que los niños vengan a mi, déjenlos tocarme, no me importa, nadie mas que ellos me toca, es que el asco forma parte del sexo para ellos... ¡Que me deseen los niños!
Siéntese en mis rodillas mijito, pídame algo... ¿Puedo, por favor, ser el viejo pascuero? ¡Vístanme de rojo ahora!... obedéceme... tú, que estas sentado a mi diestra, ¡Obedéceme!... ¡Obedéceme como le obedeces a tu cerebro!...
... ¿No? ... ¿Puedo ser duende entonces?... ¿Puedo ser Rodolfo el reno?
¡Dios mío, cualquier cosa pero no el Rey!
Islandia es el nombre de este país. ¡Que inmovilizante redundancia! Pues este país es una Isla y donde se afirma una cosa en otra igual solo pueden haber derrumbes...
En todo caso la definición correcta de Islandia es "un país hecho de islas" no "una isla que es un país"
Doscientos ochenta eran los hombres de Islandia. Doscientos ochenta son las mujeres. Solíamos ser una isla muy equilibrada.
...A ver....déme ese dulcecito de limón mijito, no, niño, déjenlo, niño lindo aquí, no se asuste mi campeón, es negra pero igual es lengua, es que se murió no más, está en el cielo, se lo prometo, lengüeteándole los pies a mi papá como un perrito a ver si me perdona...
...ahora déme el caramelo, eso es, mas adentro, meta la mano, meta la mano,...eso es...por el camino viejo (se ahoga de a poco) fantas...ni viejo pascuero, ni na´... directo al matade... ¿Qué haces bufón? No me...deja de apretarme... (Salta el dulce)...

2.
Una vez se le ocurrió hacer conmigo un espectáculo pirotécnico, el truco del hombre sol dijo que se llamaría. Y a mi me parecía que podía ser una idea bonita, en pleno invierno, que el rey fuera el sol y que el pueblo lo viera con el desapego con que el pueblo ve al sol en pleno invierno...
Pero nunca me prendí, tengo suficiente humedad aquí abajo como para apagar el infierno...
¡Si no me quieren llevar al baño, por último no me sigan dando de comer! Que se haya reducido toda la monarquía a mi no significa que tengan que alimentarme como si fuera toda la monarquía ¡O es que creen que come mi papá por mi boca, mi mamá por mi boca, mi hermano por mi boca...! Pasan tan lejos de mí que ni se percatan de la hediondez porque tengo tantas telas encima y son de tantos países...
¿Querías incendiar el mundo bufón o querías deshacerte de mi?...
No responde, no me mira...
El bufón juega con el rey, lo hace comer mierda y el pueblo se ríe a gritos, lo hace comerse la polla y el pueblo se ríe a gritos. Juega al ventrílocuo con el rey y dicta sentencias de muerte a su antojo, declara guerras santas en nombre de un Dios que no existe, blasfema a las familias reales de los países contiguos por horas, inventa los insultos mas compuestos de la lengua española, grita y escupe mierda en nombre del rey hasta quedarse sin voz ... y el pueblo, por qué no decirlo, se revuelca en el polvo de la plaza, debajo de sus propios ahorcados, los que él ha sentenciado, y se ríe a carcajadas.
Que me pudra yo, junto con los cadáveres que cuelgan...
Alcanzo a ver casi todo el salón real, veo incluso el consejo si me concentro, y por una esquina de mi encuadre único veo las contorsiones jocosas de un pueblo dónde el rey es el gran número del bufón.
Si pudiera llorar, lloraría.

3.
¿Cuánto costará la entrada a mí?
Eso me gustaría saber.
¿Cuánto paga la gente por verme?
Y ese dinero después, ¿Qué compra?
Y lo que compra después ¿A quién le pertenece?
¿Y por cuánto vende esa persona lo que le pertenece?
¿Y quién lo compra?
¿Y para qué lo quiere?
¿Y cuándo le deja de servir?
¿Y dónde lo bota, si es que lo bota?
¿Y quién lo recoge?
Y si el que lo recoge lo vende, ¿le alcanza lo que le dan para pagar la entrada a mí?
... Eso me gustaría saber.

4.
¡No griten! Por dios señoras ¡estoy bien! Vivito y coleando.
No.
No estoy coleando.
No puedo colear: la cola es la punta de mi columna vertebral, y mi columna vertebral esta siendo usada de mástil para la bandera blanca que levantan las partes de mi cuerpo en el cielo...
Pero algo de mi sigue vivo, algo que retumba en el hueco que dejó mi cerebro, algo que zumba... ¿Voz?... ¿Eso es?... (Hace vibrar su voz)... ¿Mi voz?... Que extraño, suenas como la voz de otro. Como una voz que rebota contra las paredes de una tumba, una tumba del porte de un estadio, un megaestadio, una mega polis, el murmullo de toda una mega polis vive en mi, soy una mega polis fantasma, las ruinas de una civilización, un panal de abejas que está colgando del árbol más antiguo y que no se ha hecho pebre porque el viento ha sido misericordioso, ¡Yo no quiero misericordia! ¡Poseidón, Zeus! ¡¿Quién demonios es el dios del viento?! ¡Yo no quiero perdón, yo he sido muy malo, muy, muy malo, si yo no me merezco esta vida! ¡Yo lo que merezco es morir! He hecho meritos, Soy un ser abominable, despreciable... ¡Mira mis manos!... Están tiesas, esta es la mejor prueba, ven a ver, están moldeadas por el cuello de mi mujer... forma de cuello ¿Ves?...
Pena de muerte para mi, (Protesta como todo un estadio) ¡Pena de muerte! ¡Pena de muerte! ¡Pena de muerte!...

(Silencio)

...penita porfi...

(Silencio)

... y, y, y la muralla del comedor ¡¿La viste?! Tiene el cerebro de mi mamá goteando, nadie se atreve a limpiarlo, y el de mi papá está debajo de la mesa, yo hubiera querido que descansaran juntos ahí, como dos cuadritos, pero lo tuve que perseguir un buen rato...claro, para darle un poco de dignidad, si mal que mal es el rey. No vaya a creer la gente que es cosa de matar al rey así no mas... Pero... quizás se la quité, la dignidad, porque se veía (Se tienta de risa)... o sea hubiera quedado más digno colgando como cuadrito...
(Recupera forzosamente la seriedad). Soy un mal ejemplo para los niños, eso, estoy bañado de sangre humana, de veras, me di una tina con la sangre de mi familia mientras me tomaba una sangría con la sangre de mi familia. No, si yo no tengo compasión señor... y después la herví, la sangre de mi familia y me hice un guatero y después teñí un par de calcetines, color sangre de mi familia, ¡Ah! Y la alfombra de la entrada al palacio dice pico, pico, zorra, si te fijas bien. Me pinté las uñas y los labios con la sangre que me quedaba de mi familia y salí a bailar con los campesinos, les hable muy bajito al oído, les puse la mano en lugares muuuy privados, les dije que los encontraba muy interesantes y que los llamaría...y me creyeron... ¡Le mentí al pueblo, ¿No es pecado eso?!... Y ahora mírame, me volví planta, me faltó un par de metros, señorcito, pensé que la chimenea de la cocina era más alta, por qué iba a saber yo que lo de abajo era el pozo del desagüe, si parecía cemento la mierda. ¿Puedo intentarlo de nuevo más que sea?
¡Te creo hubiera nacido planta! ¿Pero volverse planta por un error de cálculo? ¡No, eso no! Y ahora mi propia, mismísima sangre no se quiere mover la cochinada, se me echó la sangre, no circula...soy una maldita prieta humana, soy un gran coágulo viviente... ¡Un moretón con voz!... Soy morado... ¡Soy negro! ¡Soy negro, Dios, que sea ódiame por eso! ...
Perdón.

5.
Mate a mi familia, porque tenia tantas ganas de morir y no fui capaz de resolver hasta donde llegaba yo. Eso es todo. No supe. El suicidio de mi y todos mis posibles referentes pensé que era la única manera de morir de verdad. Y aquí estoy verdaderamente vivo y sin saber a que referirme. Es tonto. Pero es verdad. Es tonto. Pero es verdad. Y ahora soy inútil. Soy una bella reliquia sentada en un trono mas allá del tiempo justamente porque todo lo que podía darme horas lo destruí. Es tonto. Pero es verdad.

6.
Me hicieron una linda ceremonia cuando me trajeron del hospital para sentarme en el trono, había un cóctel, del que todos comieron menos yo, y todos los que comieron lo hicieron para taparse la mala cara y para ver si es que la comida les ahogaba la rabia que tenían en el estomago, porque ahí, en esa celebración, nadie tenia nada que celebrar, porque a nadie le gustaba la idea de tenerme devuelta y vivo, ni a mi. Todavía a nadie le gusta y todavía sigo aquí mientras todos se tapan la mala cara aunque ya no haya nada que comer, porque soy el rey y tengo que gobernar, dicen, y si me farrié mi vida es mi problema, dicen, y si me farrié mi muerte es mío también, dicen, porque yo eché por la borda casi todas mis posibilidades de muerte, la hermosa posibilidad del martirio botada a la basura, la guerra, perdida, los duelos , la equitación, el patinaje en hielo, el automovilismo, o cualquier deporte de alto riesgo, perdidos, me farreé el suicidio como un completo idiota, perdí la posibilidad de ser asesinado por envidia (¿Evidente no?) Los ataques de celos, la venganza, imposible, los únicos que quisieran vengarse no están en condiciones de hacerlo, tendrían que vengarse desde el cielo... ¡Mierda!... ¡Mierda!... ¡Esta es su maldita venganza!... ¡Mamá, perdón!... es que mis brazos tomaron la metralleta y mis dedos apretaron el gatillo y mi boca con mi estomago se reían mientras lo hacia, pero yo no hice nada. Es el cuerpo el que tiene la fuerza, eso fue error del que nos hizo, dígale a el, no a mi. Los músculos los deberíamos tener en el alma, la voluntad debería tener musculatura de acero, no, no, la conciencia, eso es, una conciencia de pura fibra. Míreme mamá, ¿No le doy pena? ...No, mejor no me mire que va a dejar de quererme. Dios si no puedes matarme, que sea tápale los ojos, para que no me vea así, si la haces ciega te lo explico todo, todo, todo...
¿Qué?...
... ¡Ah! claro a ti también te podemos oír Diosito, ¿Tú quieres explicar algunas cosas también?
¿Sí?...
OK, enceguece a mi mamá y hacemos de este palacio y de esta corte real una terapia colectiva ¿Te parece?... Bien ¿Quieren una explicación a la matanza?
La hija de la cocinera era mi mujer, era mi mujer de noche en la bodega y de día en un punto ciego que hay entre el pilar tercero del patio y la pieza de la costurería, o bien en la pieza de la costurería, si no había nadie, claro, y si estábamos dispuestos a descoser la ropa que traíamos para luego tener que enmendarla con lógica e irrefutable razón. Yo cosía sus vestidos con tanto fervor que a veces no le entraban los brazos en el hueco que yo y mi ansiedad habíamos dejado libre, a veces no dejaba ningún hueco libre, los serraba todos, los sellaba, si señor, yo le clausuraba su ropa, me imagino, por alargar más el rato de su desnudez... ¡Sus ojos, Dios los hubieras visto! Hubieras visto sus ojos cuando recibía de mis manos un atado de telas e hilo, una maraña incomprensible aprensada por mi desesperación, entonces la miraba yo por horas, descoser los huecos de las mangas, del cuello, del cuerpo... sin ropa. Y era mejor su desnudez doblada en una silla, su desnudez desformada por la concentración, toda su figura de acuerdo en una sola intención, todos sus músculos vigilando un espectáculo diminuto, una escena minúscula protagonizada por su dedo índice, a ratos su pulgar y un paño mutilado, que habiendo perdido el orgullo, pedía misericordia, lloraba al cielo por una muerte cercana, y ella nada, ni un asomo de emoción, precisa en sus cortes, un pequeño sobresalto para cada corte, y ocasionalmente, las mejores de las veces, un tirón con los dientes, todo el cuerpo en una sola contracción y el paño ahí, lánguido, idiota, embobado como un adolescente que mira a su mujer hacer algo muy pequeño sin ropa. Yo era potencialmente rey, desde niño que tenía que ser rey, nací así, y es claro Dios que nada hubiera en la faz de la tierra que superara la presencia esa que anulaba mi existencia, es claro que iba a amarla, si a su lado yo no era más que aquel que estaba a su lado, y en las letras que escriben a, q, u, e, l, q, u, e, e, s, t, a, b, a, a, s, u, l, a, d, o no están las letras que escriben r, e, y y yo quisiera que para describirme a mi hubiera que usar todas las letras menos las que escriben r, e, y, porque r, e, y es una palabra muy corta que significa una cosa muy larga, una cosa que dura toda la vida, que es lo mas largo que algo puede durar. No como a, q, u, e, l, q, u, e, e, s, t, a, b, a, a, s, u, l, a, d, o que es unas palabras muy largas que significan una cosa que dura, si uno lo quiere, solo un segundo. ¿Entiende? ... Pero no, ellos no podían dejarme ser segundo a segundo, no, eso no, entonces no me dejaban verla, tocarla, ellos no me dejaban... y yo no podía... ser por un segundo... entonces que iba a hacer... si ellos no... ellos... ellos... yo... ellos... yo... yo... ellos... yo, ellos... ellos. Yo. Ellos. ... yo...
¿Quieren que confiese? ¿Si confieso me dan el golpe de gracia? ¿Me condenan a muerte de una vez?... Yo maté a mi familia, a la familia real completa. La maté con una metralleta a la hora de la comida y luego me quise matar a mi, porque sin mi no era la familia real completa, pero sobreviví. Eso puedo decirles, pero eso es lo que paso, y eso ustedes también lo saben...
Confieso que no se por que hice lo que hice. Confieso que por eso inventé la historia que acabo de contar, y eso lo confieso porque ahora quiero mas rotundamente confesar que no creo que las causas existan. Existe lo que paso y lo que pasa... a unas les llamamos causa y a otras efectos, pero también a algunos les llamamos padres aunque también son hijos y a otros hijos cuando también son padres... existe lo que paso y lo que pasa y ahora existe esa linda historia de amor en mi pasado, porque también hay hijos que son adoptados.

7.
Yo siento muy pocas cosas en verdad, hoy por hoy creo que podría decir que siento solo las temperaturas, por eso es que miento tanto, no es por maldad.

8.
Ya está, encarguen otra corona de flores, manden a llamar al cura, compren un ataúd. De niño va atener que ser. Manden una carta al diario. Dicto: ¿Qué fecha es hoy?... bueno pónganle la fecha... "Tenemos la dolorosa labor de comunicar que los pulmones del rey ya no están con nosotros"...
¡¿Y ahora qué hago con el aire?!...¡Qué hago!... ¡Por la mierda!, ¡Como andan las cosas voy a tener que aprender a hacer fotosíntesis!
¿Qué soy sin un órgano más?
¿Me voy a seguir llamando igual cuando mi cuerpo entero se haya muerto?... Yo entiendo que las plantas no tienen nombre, mas que de especie, digo.

9.
"El rey tiene las patitas muy blancas mamá. Eso es porque se las han lavado mucho hijo. El rey tiene las patitas lila mamá. Eso es de puro romántico que es el rey hijo. El rey tiene las patitas azules mamá. Eso es porque tiene frío hijo. El rey tiene las patitas negras mamá. Eso es porque se le murieron hijo. El rey tiene las uñas largas mamá. Eso es porque las uñas no respetan lutos hijo... ¿El rey está muerto mamá? No sé hijo ¿Y por qué ese señor es el rey mamá? Porque su papá está muerto hijo...Y el mío también esta muerto, mamá, esta colgado en el travesaño del arco de fútbol de la cancha de la plaza..." La madre se congela, una vez mas no sabe a quien culpar, entonces una vez mas decide que no vale la pena llorar, ni golpear, porque para llorar hay que golpear y para golpear hay que culpar ... "Entonces tú también eres rey, tú eres mi rey"... Y el infante me mira y se pregunta cuánto tiempo tiene que pasar para que una persona como él se convierta en mi. Y yo por dentro, en las caras que pongo en mi cabeza le sonrío. Con toda mi fuerza, le sonrío, aunque lo que quiero es llorar y gritar y escupir, le sonrio, aunque no creo en nada de lo que oigo y me parece que este planeta es más miseria que agua, le sonrio, porque a un niño siempre se le sonríe. Espero su reacción, la eterna reacción de un niño cuyos músculos se esfuerzan por lograr el enroscamiento necesario para componer la primera cara de horror de su vida... ¡Mamá, si eso es ser rey yo no quiero ser rey, por favor yo no!
Y grita, patalea, vuelan mocos por el salón, (No ha de haber sido sonrisa lo que tenía puesto en mi cara real...)
A ratos se calma, se cansa, entonces se vuelve a encontrar con mis ojos y el grito no le alcanza para espantar el miedo que tiene adentro. Y la mamá no sirve de consuelo, no ve nada, se ríe con los guardias rubios del palacio real. La madre coquetea cuando el hijo está en peligro, pone caras que el hijo nunca ha visto, dobla el cuerpo de una manera endemoniada, "¡Prefiero que me cuelguen en la cancha de la plaza antes de ser... eso. Cuélguenme allá afuera al lado de mi papá, ¡Llévenme donde mi papá!"... Sale del salón, sale de mi visión, la madre se disculpa, se pega a la ventana, algunos otros niños gritan, el espanto se propaga más rápido que la peste en los cuerpos pequeños. Entonces se llena de gente el rincón izquierdo de mi ojo izquierdo y más allá de las cabezas, de la tierra del vidrio, de la feria de la plaza, alcanzo a ver un bulto mocoso que se aferra al poste del arco de fútbol donde cuelga un cuerpo que ahora se mueve un poco, de un lado a otro, como si jugara con él.
Ese no es su padre, pero está bien, el niño está tranquilo.


Atardecer | Noche | Amanecer | Versión de impresión

 

 


Desarrollado por Sisib, Universidad de Chile, 2006