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Dramaturgo / María Verónica Duarte Loveluck |
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Juana de Arco
de María Verónica Duarte Loveluck
Santa Catalina y Santa Margarita entran y rodean a Juana.
Juana: No entiendo a los hombres, ni sus palabras, ni sus convicciones, ni sus deseos, ni sus maneras. Sus dudas y fidelidades parecen contener miles de esquinas. He recibido dos heridas, he llevado a los hombres al combate, he luchado en tantas batallas que parecen miles, he visto la sangre y el dolor de los caídos, y he llorado por cada uno de ellos. (Las Santas sonríen a Juana, ella abraza sus pies). He fracasado. Antes mi presencia abría las puertas de las ciudades. Poco a poco los oídos se cierran, las miradas de apoyo se evaden. Todo el mundo está tan equivocado. ¿Acaso ha llegado ya el momento de mi captura? (Las Santas asienten). Llévenme pronto con ustedes. No me dejen sufrir largo tiempo en mi prisión. (Las Santas se separan de Juana y salen). Los soldados morirán, los reyes morirán, las muchachas morirán y los niños morirán. (Sale)
Aparece Juana niña con un cordero en brazos.